Ir al psicólogo no es cosa de locos.
¡NO es de locos! De hecho es de personas bastante cuerdas. Es ayuda psicológica. Reconocer que se necesita esa ayuda psicológica, no es fácil y hoy en día sigue creando ciertas resistencias. Aunque cada vez está socialmente más aceptado, a diario se escuchan frases como: “yo no necesito un psicólogo (a), no estoy loco (a)”, “nadie se tiene que enterar de mis problemas”, “¿qué me va a decir que ya no sepa?”
La salud mental tiempo atrás, era motivo de vergüenza. Reconocer que alguien necesitaba ayuda psicológica era para los(as) “locos(as)”, para aquellas personas que necesitaban camisas de fuerza y ser ingresadas en sanatorios mentales. Había una incorrecta asociación entre malestar psicológico con enfermedad. En la actualidad, para algunas personas perdura esta incorrecta asociación. Estos pensamientos pueden tener su origen, además de lo anteriormente dicho, por las técnicas utilizadas en un pasado en las instituciones psiquiátricas y el tratamiento realizado en dichas instituciones, del todo cuestionables.
Decir que se ha ido al dentista para empastar un diente, al dermatólogo por problemas de la piel, no da ningún reparo. Pero decir voy al psicólogo (a), hoy en día sigue causando vergüenza y se tiende a omitir. El psicólogo (a) es otro profesional más de la salud, en este caso de la mental. Sentirse perdido, no saber cómo afrontar una determinada situación, tener baja autoestima, no saber regular las emociones y un largo etc. son cosas que nos pueden suceder a todos (as). El simple hecho de ser escuchado, muchas veces, ya es suficiente para aliviar el malestar, es lo que se conoce como catarsis, palabra griega, utilizada en psicología para explicar el proceso de liberación de las emociones negativas. La función del psicólogo (a) es guiarte por el camino para alcanzar una armonía contigo mismo y con los demás:
- Aportando las herramientas necesarias para el afrontamiento efectivo de diferentes situaciones
- Potenciando capacidades que ya están en cada persona.
- Ayudando a cambiar las creencias o pensamientos limitantes que pueden estar influyendo en el malestar.
Por tanto, cuando te encuentres mal psicológicamente o no sepas cómo afrontar una determinada situación, no dudes en acudir al profesional adecuado, que en este caso sería un psicólogo (a). El cuál, te acompañará en el proceso de afrontamiento o en la reducción de ese malestar.
Si tienes algún tipo de duda al respecto, no dudes en contactar conmigo, será un placer poder ayudarte.
«La locura es seguir haciendo siempre lo mismo y esperar obtener resultados diferentes» Albert Einstein