¿Cuándo acudir al psicólogo infantil?
Llevar a un niño al psicólogo infantil es una decisión que no debe tomarse a la ligera.
Los motivos para alcanzar esa decisión pueden ser muy diversos. Si estás en esa tesitura, es porque llevas algún tiempo observando o experimentando un comportamiento no habitual en tu hijo y te has preguntado si deberías llevarle al psicólogo infantil.
Acudir al psicólogo infantil es habitual
Acudir al psicólogo infantil no es un síntoma de locura o problemas mentales, por mucho que la gente opine que así es. Hoy es algo habitual, necesario en muchas ocasiones y que ayudará al niño a que su proceso vital, su madurez, su estabilidad y su crecimiento sean los adecuados. Cuidar nuestra salud mental es los mismo que cuidar nuestro cuerpo y consultar a un profesional es algo que todos deberíamos hacer cuando tenemos un problema que nos supera. Si tienes la tensión alta vas al cardiólogo, ¿verdad? Pues esto es similar.
Suele ocurrir que esperamos hasta que ya es evidente ese comportamiento inusual en nuestro hijo. Eso puede alargar el proceso, más que cuando acudimos en la fase temprana del problema, donde nos encontraremos con que será mucho más fácil y rápida el diagnóstico y la recuperación.
Motivos para acudir al psicólogo infantil
Por ello, desde Brisa Psicólogos en Las Palmas de Gran Canaria, recomendamos no esperar a acudir a la terapia psicológica, una vez que esos cambios en la conducta de nuestro hijo son drásticos. En ese momento, seguramente, se trate ya de una patología grave para asistir a terapia. En este caso, a diferencia de las terapias de pareja, terapias de depresión, terapias de ansiedad, terapias de adicciones, el paciente no puede ser el que decide acudir al psicólogo. Aquí, en el caso que nos ocupa, son los padres los que deben notar ese cambio de conducta o de comportamiento, ver las señales de alarma y ante cualquier duda, llevar a su hijo a un psicólogo infantil.
Hay situaciones o conductas de los pequeños a las que no damos la importancia que se merecen y sin embargo pueden esconder detrás un problema grave. Son muchos los síntomas y señales que nos advierten de la conveniencia de acudir a un psicólogos infantil.
Como hemos dicho, ir al psicólogo infantil no implica que tenga que haber un problema de salud mental, motivos como el bajo rendimiento escolar, baja autoestima, rabietas y mala conducta son algunos de los casos más comunes para llevar al niño a terapia. Hacerse pis en la cama, estar preocupado, nervioso o temeroso. Notarle triste de forma habitual o una creciente timidez. Por el contrario, puede darse que observemos en el pequeño una mayor agresividad con otros niños o adultos. No dormir bien o perder el interés por las cosas que antes le atraían, bajar en el rendimiento escolar o los procesos de divorcio de los padres, pueden ser señales y momentos en donde podemos percatarnos de la conveniencia de acudir a un psicólogo infantil.
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